Es normal entre las personas que quizás no tengan mucho conocimiento de esta raza sentir dudas al respecto de cómo es convivir con un cane corso y como se comporta con su entorno familiar. En Cane Corso Barcelona, queremos dedicar este blog a la convivencia del cane corso con la familia y los niños que se pueda encontrar el perro a su alrededor.
A forma introductoria, se ha de destacar que el carácter que vaya desenvolviendo el cane corso a lo largo de su crecimiento, tiene un papel importante en la genética que tenga el cachorro y en el trabajo de socialización (insertar link) que se haga con el, donde puedas exponerlo a situaciones de la vida cotidiana. Si este proceso está correctamente hecho, será un perro 10/10.
El cane corso y los niños
El cane corso destaca unas cualidades increíbles cuando está cerca de los niños que pertenecen a su entorno cercano e inclusive niños que sean externos. Es un perro que destila mucha paciencia, delicadeza y cordialidad a la hora de jugar, sin embargo, es importante que al momento de jugar este supervisado para evitar que el niño se haga daño con el perro gracias a su gran tamaño y peso.
Hay que destacar también que se definen por tener un comportamiento de “babysitter” con los niños, ya que siempre están al pendiente de que no se hagan daño en ningún momento, su cuidado definitivamente es enorme y los tratan como si fueran sus propios cachorros.
Es evidente que para que puedan desarrollar esta cualidad equilibrada, hay que implementarlo dentro de las sesiones de adiestramiento (hacer link) para que pueda adquirir poco a poco a tener esta tranquilidad y delicadeza con los niños. También fomentará esta cualidad que el perro venga de un kennel de condiciones idóneas, donde hagan un proceso de selección de temperamento de los perros para que se puedan adaptar a cada dueño y su estilo de vida.
Comportamiento con la familia
El corso italiano o mastín italiano es un perro que se relaciona de forma excelente con los otros miembros de la familia, convivir con un cane corso es muy fácil. Una vez se tenga el perro, se relacionará de una manera un poco más especial con uno de esos miembros de la familia, ya que a ellos les gusta escoger a aquel que considerarán su amo. A partir de los 8 – 9 meses en los machos (un poco antes en el caso de las hembras) ya empiezan a desarrollar ese instinto guardián que caracteriza tanto a los perros de esta raza y es capaz de cambiar su actitud en cuestión de segundos dependiendo de la situación que se encuentre en ese momento.
Por ejemplo, una situación que puede pasar muy a menudo es cuando vienen visitas a casa: el cane corso no irá directamente a morder a modo de defensa a aquellas personas que vengan, sino que se pondrá en modo perro guardian para avisar a aquella persona que no debe pasar de ahí a no ser que su dueño lo permita. Es ahí cuando el perro cambia la actitud a una más tranquila, siguiendo estando alerta.
En conclusión, el cane corso es una raza que tiene como máxima virtud la inteligencia que posee, y por eso es un perro ideal para relacionarse de forma óptima con la familia y los niños.