Los orígenes y la historia del cane corso se remotan en la época del Imperio Romano, cuando su antepasado, el canis pugnax, fue llevado a las guerras más violentas de la conquista romana, este perro de guerra romano se posicionaba al frente de las líneas de batalla acompañando a las legiones. Llevaban armaduras de hierro y cuero para protegerse de los ataques con flechas y espadas.
La historia del Cane Corso Italiano o Mastín italiano.
Los perros cane corso o también llamados mastín italiano al ser perros grandes y muy poderosos, eran también utilizados para la caza mayor de grandes animales como por ejemplo, el oso y el jabalí. El cane corso tenía una piel muy densa, fuerte y muy dura. Gracias a esta condición cuando le mordían normalmente no podían llegar a los órganos internos ya que la piel le protegía de las mordidas de sus contrincantes. Debido a esta labor se implementó el corte de las orejas y el rabo, para evitar que las presas con las que luchaba no pudieran morderle ninguna parte de su cuerpo, teniendo expuestas las mínimas partes posibles y así evitar posibles desgarros por mordedura, costumbre que fue yendo de generación en generación hasta el día de hoy.
El perro cane corso también se empleó en el Coliseo Romano para peleas de Cane Corso contra leones y contra osos, donde la gente apostaban y se divertían con el espectáculo.
A partir de los años 70, en la recuperación de la raza, hay muchas anécdotas que cuentan que este perro fue utilizado para el resguardo de masías y de la maquinaria pesada que se encontraba en los campos durante el auge de la época industrial italiana de Puglia. El cane corso para los campesinos era una pieza muy importante en la vida del campo, ya que también el perro se tomaba la tarea de pastoreo para manejar el rebaño, inclusive vigilando de la misma forma la casa de los campesinos con los que convivía.
El cane corso estuvo a poco de extinguirse, y gracias a personas como Pablo Breber, podemos seguir disfrutando de esta maravillosa raza.
Los orígenes
En el año 1979, a Estefano Gandolfi, un conocedor de los escritos de Pablo Breber, le surge la idea de empezar un movimiento para la recuperación de la raza cane corso, contando con el apoyo de Giancarlo y Luciano Malabasi, los cuáles disponían de un criadero de pastor alemán, pero que dejaron un lugar para que los pocos ejemplares que fueran encontrando, los fueran llevando ahí para que se reprodujeran, a partir de este momento comenzó este maravilloso proyecto, donde fueron naciendo camadas y la raza ya no estaba en este peligro de extinción.
Al tiempo, se sumó a este gran proyecto el Sr. Vito Indivieri, un comerciante que tenía mucho alcance en toda Italia.
A día de hoy los hermanos Malabasi disponen de un criadero de Cane Corso llamado Antico Cerberus, así como también el Sr. Vito, que de igual forma tiene un criadero llamado Dyrium.
Raza cane corso
Y gracias a la colaboración, pasión y empeño de estas personas, que viajaban por todo el país recuperando la raza, con apenas unas limitadas camadas, se empezaron a ver ejemplares maravillosos de Cane Corso y en el año 1985 y después de mucho trabajo y dedicación para sacar la raza hacia adelante con personas empeñadas, se reconoce al perro cane corso como una nueva raza oficial.