Los perros grandes son compañeros leales, protectores y muchas veces vistos como guardianes en la familia. Sin embargo, cuando se habla de su comportamiento en público, especialmente en zonas urbanas o rurales, surge la duda: ¿es ilegal pasear a un perro grande sin bozal? En este artículo, exploraremos la normativa, experiencias personales y reflexiones sobre el tema.
La normativa sobre bozales: ¿qué dice la ley?
En España, las leyes relacionadas con el uso de bozales en perros varían según la comunidad autónoma, pero hay una norma general: los perros considerados potencialmente peligrosos (PPP) deben llevar bozal en lugares públicos. Según el Real Decreto 287/2002, un perro es clasificado como PPP si cumple con ciertas características físicas o pertenece a razas específicas, como el Cane Corso, Rottweiler, Pitbull o Dogo Argentino.
Además, cualquier perro, independientemente de su tamaño o raza, puede ser obligado a llevar bozal si muestra comportamientos agresivos o si así lo establece una ordenanza local. Esto significa que no todos los perros grandes están obligados a usar bozal, pero sí aquellos catalogados como peligrosos o que vivan en áreas donde se exige este accesorio para razas grandes.
Reflexión personal: ¿Es justo que los perros grandes lleven bozal?
Vengo de pasear con mi niña, Lara, que es un auténtico caramelo de fresa y, a la vez, un imponente Cane Corso de 60 kilos. En nuestra rutina diaria, paseamos por una hermosa zona rural rodeada de viñedos. Hoy, al cruzarnos con un vecino en coche, me gritó: ¡Ey, ey! ¡El bozal!
Aunque Lara no es una amenaza, decidí colocarle su sencillo bozal de velcro para evitar malentendidos. Estoy de acuerdo en que los perros grandes y fuertes deben llevar bozal en ciertas situaciones, ya sea por seguridad propia o ajena. Sin embargo, esto me llevó a reflexionar sobre algo que ocurrió hace un año.
Los pequeños también pueden causar problemas
Hace un año, paseaba a otro de nuestros perros, Mini, un Cane Corso de 70 kilos que llevaba su bozal reglamentario. En aquella ocasión, un perro pequeño, suelto y sin supervisión, atacó a Mini. A pesar de su tamaño y fuerza, Mini no pudo defenderse porque llevaba bozal, y el resultado fue que sufrió una herida que necesitó tres puntos de sutura.
Esto me hizo preguntarme: ¿por qué la ley obliga solo a los perros grandes a usar bozal?. No es cuestión de tamaño, sino de comportamiento. Muchos perros pequeños, aunque no sean físicamente imponentes, pueden ser agresivos y representar un riesgo para otros animales y personas.
Una propuesta más equitativa: evaluar la educación del perro
La idea de que todos los perros grandes son peligrosos es un estereotipo injusto. La educación y el carácter del perro deberían ser los factores clave para determinar si debe llevar bozal.
Imaginemos un sistema más justo:
- Evaluaciones individuales: Cada perro, independientemente de su tamaño, pasaría por un examen de comportamiento. Los perros educados y tranquilos no necesitarían bozal, mientras que aquellos con conductas agresivas, sean grandes o pequeños, sí deberían usarlo.
- Formación obligatoria para dueños: La responsabilidad de la educación del perro recae en los dueños. Un curso obligatorio sobre manejo y comportamiento canino podría ser una solución para reducir incidentes.
- Normativa unitaria: Actualmente, las leyes varían demasiado entre regiones. Una normativa nacional que evalúe el comportamiento individual de los perros podría ser más justa y efectiva.
El bozal: ¿herramienta de seguridad o estigma?
Para muchos, el bozal es sinónimo de un perro agresivo, lo que genera miedo o desconfianza hacia los animales que lo llevan. Pero la realidad es diferente:
- El bozal puede ser una herramienta preventiva. Por ejemplo, en zonas con niños pequeños, animales sueltos o multitudes, usar bozal puede evitar situaciones de riesgo, incluso si el perro es dócil.
- No debe ser un sustituto de la educación. El bozal no educa al perro; esa es una tarea que recae en el dueño.
Experiencias en zonas rurales: entre el respeto y la libertad
En áreas rurales, como donde paseo a Lara, hay menos tráfico de personas y animales, lo que permite una mayor libertad para los perros. Sin embargo, siempre puede surgir una situación inesperada, como un coche que pasa cerca o un animal suelto. En estos casos, prefiero prevenir colocando el bozal.
Aun así, insisto: la educación del perro es lo más importante. Lara, como Cane Corso, es una perra fuerte pero cariñosa, y su comportamiento en público demuestra que está bien educada.
Conclusión: ¿es ilegal pasear a un perro grande sin bozal?
La respuesta depende de varios factores:
- ¿Es tu perro una raza clasificada como PPP? Si es así, debe llevar bozal en lugares públicos.
- ¿La normativa local lo exige? Consulta las ordenanzas de tu municipio para asegurarte.
- ¿Cómo es el comportamiento de tu perro? Aunque no sea obligatorio, usar bozal en ciertas situaciones puede ser una medida prudente.
En mi caso, aunque no siempre sea obligatorio, prefiero llevar el bozal conmigo para evitar problemas. La seguridad de mi niña, Lara, y de quienes nos rodean es lo más importante.
Finalmente, quiero invitarte a reflexionar: ¿no sería más justo evaluar a cada perro individualmente, en lugar de generalizar por tamaño o raza? Espero tus comentarios y opiniones sobre este tema. ¡Nos leemos pronto!