Los perros son exploradores naturales, siempre listos para olfatear, morder y descubrir lo que encuentran en su camino. Para los dueños de Cane Corsos, una raza conocida por su carácter intrépido y protector, estos paseos al aire libre pueden ser momentos de conexión y ejercicio. Sin embargo, no todo lo que encuentran es inofensivo. Uno de los mayores peligros que acecha en la naturaleza es un bicho que mata a tu perro en cuestión de minutos: la oruga procesionaria.
Este pequeño insecto es más peligroso de lo que parece, y puede poner en grave peligro la vida de tu Cane Corso si no se actúa a tiempo. En este blog, exploraremos los riesgos de la oruga procesionaria, cómo identificarla, qué hacer si tu perro entra en contacto con ella, y cómo prevenir tragedias. Además, te contaremos la historia de Juanma, quien vivió en carne propia el peligro que representan estas criaturas.
El bicho que mata a tu perro: la oruga procesionaria
La oruga procesionaria es un insecto que habita en los pinos y otros árboles, especialmente en las zonas cálidas de Europa, como España. Se les llama procesionarias porque se desplazan en fila, como una procesión. Aunque parecen inofensivas, están cubiertas de pelos urticantes que liberan una toxina peligrosa tanto para los humanos como para los animales.
Para un perro como un Cane Corso, que suele explorar con su hocico, estos pelos pueden causar reacciones extremadamente graves. En algunos casos, el contacto con esta oruga puede ser fatal. De ahí que se le conozca como “el bicho que mata a tu perro”.
¿Qué pasa si un Cane Corso entra en contacto con una oruga procesionaria?
Imagina esta situación: Juanma, un amante de los Cane Corsos, pasea con su perro en un bosque cercano a su casa. Todo parece ir bien hasta que, de repente, algo ocurre.
“Juanma, Juanma. ¿Qué pasa, qué pasa? Había profesionales en el recinto. No me dieron tiempo a evitar que se la comiera.”
Lo que Juanma describe es uno de los escenarios más comunes. Los Cane Corsos, al ser curiosos, pueden acercarse a oler o lamer una oruga procesionaria. Y cuando esto ocurre, las consecuencias son inmediatas.
¿Esa oruga venenosa? Sí.Eso es veneno, es tóxico.
Los pelos urticantes de la oruga se activan en cuanto entran en contacto con la boca, la nariz o los ojos del perro. Los síntomas son rápidos y graves: inflamación de la lengua, babeo excesivo, dificultades respiratorias, vómitos y, en casos severos, asfixia.
En cuestión de minutos, el perro puede empezar a mostrar signos de ahogamiento y desesperación.
Juanma, sabiendo lo peligroso de la situación, decide llevar a su perro al veterinario de inmediato. Esta rápida respuesta es vital cuando se trata de una emergencia como esta.
Síntomas de intoxicación por oruga procesionaria
Los efectos del veneno de la oruga procesionaria en los perros pueden ser devastadores, especialmente si no se trata de inmediato. Aquí te detallamos algunos de los síntomas más comunes:
- Inflamación severa de la lengua y garganta: Esto puede llevar al perro a asfixiarse.
- Babeo excesivo: Señal de irritación en la boca.
- Dificultad para respirar: En casos graves, el perro puede mostrar signos de asfixia.
- Vómitos y malestar gastrointestinal: Si el perro ha ingerido la oruga, es probable que también sufra de vómitos.
- Fiebre y letargo: Una reacción alérgica puede provocar que el perro se debilite rápidamente.
La urgencia de actuar rápidamente frente al bicho que mata tu perro
El tiempo es clave en situaciones como esta. En el relato de Juanma, se describe claramente la urgencia de la situación:
En dos minutos, ya no tenemos al perro ¿Y qué hacemos?”
El pánico es comprensible. Cuando ves a tu perro en peligro, es fácil sentirse impotente. Sin embargo, hay pasos que puedes tomar para aumentar las probabilidades de salvar a tu mascota.
¿Qué hacer si tu perro entra en contacto con una oruga procesionaria?
- Mantén la calma: Aunque es difícil no entrar en pánico, tu perro necesita que actúes rápido y de manera eficiente.
- Lleva a tu perro al veterinario inmediatamente: Este es el paso más importante. No intentes tratar la situación por tu cuenta. Un veterinario podrá administrar el tratamiento adecuado para contrarrestar los efectos del veneno.
- No toques la oruga ni intentes quitar los pelos urticantes de tu perro: Los pelos pueden seguir liberando toxinas si los tocas. Deja que el veterinario maneje la situación.
Gracias a Dios, ya tenemos a nuestro perrito salvado. Vaya a su veterinario y dígale que le haga una receta veterinaria, porque esto está bajo prescripción veterinaria.
La rápida intervención fue lo que salvó al perro de Juanma. En situaciones como esta, es vital contar con la ayuda de un profesional.
Urbason: Un medicamento que puede salvar la vida de tu perro
Uno de los medicamentos que puede ser clave en estos casos es el Urbason, un corticoide que se utiliza para tratar reacciones alérgicas graves.
Se llama Urbason. Puede ser en pastillas, es muy lento, o inyectable. Esto salva la vida de tu perro.
El Urbason inyectable actúa rápidamente, lo que lo convierte en la mejor opción cuando el tiempo es limitado. Si vives en una zona donde las orugas procesionarias son comunes, habla con tu veterinario sobre la posibilidad de tener este medicamento en tu botiquín de emergencia.
La prevención es la clave
Aunque saber cómo actuar en caso de emergencia es importante, la mejor estrategia es prevenir que tu Cane Corso entre en contacto con la oruga procesionaria en primer lugar.
Consejos para evitar que tu perro se acerque a la oruga procesionaria
- Evita pasear por zonas infestadas: Durante la primavera, las orugas procesionarias bajan de los árboles para formar sus procesiones en el suelo. Mantén a tu perro alejado de áreas donde hay pinos o robles, especialmente si sabes que estas orugas están presentes.
- Mantén a tu perro con correa: Si estás paseando por una zona donde podría haber orugas, es recomendable llevar a tu Cane Corso con correa para evitar que se acerque a ellas.
- Revisa a tu perro después de cada paseo: Si sospechas que tu perro podría haber estado en contacto con una oruga, revisa sus patas, nariz y boca. Si notas algún signo de irritación o inflamación, acude al veterinario de inmediato.
- Informa a otros dueños de perros: Si vives en una zona afectada, compartir esta información puede salvar la vida de otros perros. La conciencia es clave para prevenir tragedias.
La oruga procesionaria es un enemigo silencioso pero mortal para los perros. Este bicho que mata a tu perro no discrimina, y su veneno puede tener consecuencias fatales si no se actúa rápido. Como dueño de un Cane Corso, es tu responsabilidad estar informado y preparado para cualquier situación.
Por supuesto, si tienes tiempo de ir al veterinario, ve al veterinario si lo tienes cerca. Y si la montaña te pilla a dos horas, tenlo siempre en tu botiquín.
Mantener a tu perro seguro implica estar un paso adelante. Ten siempre un plan de emergencia y asegúrate de contar con los recursos necesarios para actuar de inmediato. Así, podrás disfrutar de muchos años más junto a tu fiel compañero.