Seis Errores que No Debes Cometer con tu Cachorro (Y que Pueden Costarte Caro)
Que no, que no… que no se pueden hacer las cosas tan mal. Que cuando llega un cachorro a casa hay que hacerlas bien. Porque ese cachorro, si es de raza gigante, se te mete en 60 kilos en nada… y como no hayas hecho bien el trabajo, lo que vas a tener es un desastre con patas.
Así que si realmente quieres babear por tu cachorro y tener un perro espectacular —con carácter, equilibrio y una mente potente—, hay ciertas cosas que simplemente no debes hacer. Te las cuento una por una, desde la experiencia.
1. No lo humanices
Este es el clásico error. Vas por la calle con tu cachorro, como aún es pequeñito, lo llevas en brazos, en bracitos, todo el día mimándolo como si fuera un bebé… ¡pues no!
Humanizar al cachorro es un gran error. Él tiene que caminar, oler, interactuar con el entorno desde pequeño. No es un peluche, es un perro. Y cuanto antes empiece a comportarse como tal, mejor será su desarrollo emocional y social.
2. No tener una rutina de alimentación
El cachorro necesita estructura, necesita rutinas. Sobre todo hasta el primer año, debe comer tres veces al día: por la mañana, al mediodía y por la noche.
Que “¿a qué hora?”, me dirás. Pues a la hora que mejor encaje con tu vida, pero siempre la misma. No le cambies los horarios como si fueran sorpresas. Porque lo que necesita es estabilidad: rutina de comida, de juego, de sueño. Todo eso se va metiendo en su cabeza, y eso es lo que lo forma.
3. No le permitas todo
¡Ay, qué bonito es! ¡Ay, es que es un bebé! ¡Ay, no pasa nada! ERROR.
El cachorro rompe cosas, sí. Claro que rompe. Pero eso no significa que le tengas que permitir todo. Hay que ponerle límites, porque ese mismo cachorro dentro de unos meses puede pesar 50 o 60 kilos.
Lo que permites ahora es lo que se quedará como hábito de adulto. Así que ojo. Sé firme pero cariñoso. Los límites también son amor.
4. No dejar de sociabilizarlo
Otro error gordo: “No lo saco de casa porque a ver si le pasa algo”… ¡No! Hay que sociabilizar al cachorro desde bien pronto.
Que escuche ruidos. Que vea coches. Que se suba a uno. Que camine por distintos suelos. Que se cruce con otros perros. Todo eso es parte de su desarrollo mental. Parte ya la habrá hecho el criador, pero la otra mitad la tienes que hacer tú.
5. No regañarlo a destiempo
Esto pasa mucho. El cachorro se hace pipí en casa a las 10 de la mañana y tú le riñes a las 12. ¿De qué sirve? ¡De nada!
Tiene que ser al momento. Si rompe algo, si muerde un cable, si hace algo mal, le dices NO. Con firmeza, con un tono fuerte. El cachorro entiende más por el tono que por las palabras. Si lo haces bien, empezará a identificar qué sí y qué no.
Pero si llegas después de tres horas y le echas la bronca, él no entiende nada. No es que no quiera aprender… ¡es que no sabe de qué le estás hablando!
6. No bañarlo cada semana
Sí, un cachorro puede ensuciarse. Sí, a veces se restriega con caca. Pero eso no significa que tengas que bañarlo cada tres días.
Lo ideal es bañarlo solo cuando sea necesario, y si lo haces, que sea con productos especiales para su pH. Nada de champús humanos, por favor. Porque a la larga, eso le daña el pelito, la piel, todo.
Yo, por ejemplo, solo baño una vez al mes como máximo. ¿Dos veces? Solo si hay una buena razón, como que se ha rebozado en algo. Pero no más. La piel del cachorro es sensible y hay que cuidarla.
Y ya está, chicos. Seis cosas que NO hay que hacer con tu cachorro. Parece fácil, pero hay que ser conscientes. Recuerda: un buen cachorro no se forma solo con amor, también con estructura, educación y sentido común.
¡Nos vemos pronto!