Otra de las de las críticas más frecuentes a la cría legal y familiar es la siguiente; solo la gentuza compra perros.
La gente que compra perros no es ni mejor ni peor persona que la que adopta, simplemente es una persona que haciendo uso de su libertad y teniendo la posibilidad de hacerlo decide comprar un perro de una raza determinada por “x” motivo. Puede que sea por un tema de funcionalidad, por ejemplo; para una hermana ciega que necesita exactamente a un cachorro de servicio que venga de una línea espectacular, con unos padres fijados.
En el momento en que tú me prohíbes ahí está el problema. Diciendo que no compre me estás quitando libertad, y mi libertad y felicidad son esas cosas que yo puedo dedicar a lo que yo decida.
En conclusión, nadie tiene el derecho de decir a nadie si puede o no comprar un cachorro.
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